viernes, 27 de septiembre de 2013

El Arcángel Rafael



Se conoce al Arcángel Rafael como el ángel de la ciencia, el conocimiento y la curación. Cierto texto judío sostiene que le reveló a Noé el poder curativo de las plantas. Otro narra cómo curó a un hombre ciego y ató a un demonio. Los católicos le reverencian por ser el ángel que curó a los enfermos en el estanque de Betesda. El libro de Enoc explica que entre sus responsabilidades está la de curar las enfermedades y heridas de los hombres. El Arcángel Rafael trabaja con los ángeles de la curación y con María, Reina de los Ángeles, para sanar las enfermedades de cuerpo, mente y alma.

Cuando abordes un problema de salud física o mental, en primer lugar busca la ayuda del profesional adecuado, ya sea médico, quiropráctico o un especialista en salud mental. A continuación, pon a los ángeles a trabajar. Pídeles que eliminen cualquier energía negativa que esté causando esa dolencia. Luego, que coloquen su presencia sobre los profesionales de tu elección y que trabajen a través de ellos.

Mientras tanto, reza cada día a los ángeles solicitándoles curación y visualizando la luz curativa de Dios, de color verde esmeralda brillante, en torno a la zona enferma o lesionada, saturándola. No te olvides de llamar siempre a los ángeles de la protección para que trabajen con los de la curación. A menudo hay que proteger el proceso curativo de fuerzas invasoras, desde cualquier tipo de infección hasta energía negativa.

Si rezas y no ves resultados inmediatos, no te des por vencido. El Arcángel Rafael ha explicado que no siempre es posible la curación física. Tal vez tu karma requiera que experimentes dolor o enfermedad física durante un cierto período. De todas formas, quizá tus oraciones sirvan para sanar las dolencias del alma y el espíritu que te condujeron a hacer el karma inicial.

Estate siempre preparado para ver resultados milagrosos. Nunca sabes cuándo tu oración o un acto de gracia puede retirar el karma, de manera que percibas el hermoso trabajo de los ángeles de la curación al reparar almas y cuerpos maltrechos.

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