Si lo que quieres es que en tu hogar se respira
paz, armonía, felicidad y buena vibra, sigue estos consejos.
Primer Paso: Da la Bienvenida a las Energías
Positivas.
El acceso a una casa es la conexión entre el
exterior y el interior y marca una transición de un estado de conciencia a
otro. Venimos de un espacio Yang: la calle, el tránsito, el movimiento;
entramos a un lugar Yin: privado, protegido, estable, personalizado: estamos en
casa. El Feng Shui le asigna una gran importancia al acto de entrar y salir de
nuestro hogar.
La salida de la casa representa una especie de
“horóscopo” de día, algo así como empezar la jornada con el pie derecho. El
retorno al hogar requiere, por otro lado, de una “desaceleración” adecuada. La
costumbre oriental de quitarse los zapatos al entrar a una vivienda no es
solamente una cuestión de higiene, es un pequeño ritual que implica dejar
afuera, en el umbral del hogar, todos los problemas y tensiones del día.
¿Qué hacer cuándo la casa o el departamento no
tienen un recibidor diferenciado? En este caso, tratamos de reproducir, en una
escala menor, los elementos descriptos. Por ejemplo, un tapete de bienvenida
aporta una nota Yin, también puedes poner a la derecha de la puerta una pequeña
consola o paragüero.
Características Positivas en un Recibidor
•
Debe estar bien iluminado. Un recibidor sombrío nunca puede funcionar bien,
somos atraídos y estimulados por la luz.
•
La puerta debe abrirse 180º, en un amplio gesto de bienvenida, sin obstáculos y
sin ruido de bisagras.
•
Ubicar un lugar cercano a la derecha de la puerta en donde se pueden apoyar
bolsos, carteras, paraguas y hasta los zapatos, si se desea. La tendencia
natural de las personas diestras y aún, de algunas que no lo son, es buscar un
punto de apoyo a su derecha al ingresar a un lugar, el hecho de encontrar
efectivamente un apoyo allí genera una sensación de bienvenida.
•
Como estamos tratando de crear un ambiente receptivo y relajado, es mejor que
el mobiliario no presente aristas en ángulo recto que apunten hacia la puerta,
sino que preferiremos los cantos redondeados.
•
Es importante salir de la casa con un ánimo óptimo. Elige una imagen positiva
(por ejemplo, un paisaje preferido, retratos de los niños o personas queridas
saludando etc.) que sea lo último que se vea antes de salir de casa.
•
Una alfombra aporta una nota Yin (receptiva) con respecto al piso duro (Yang)
del exterior.
Segundo Paso: Activar el Corazón del Hogar
Ahora que hemos abierto nuestra casa a las energías
positivas, armonizando la puerta de entrada y el recibidor, tenemos que empezar
a conducir adecuadamente estas energías ¿Hacia dónde deben ir primero? Hacia el
Corazón del Hogar.
Al igual que todo organismo vivo, toda casa
necesita de un corazón, un centro de reunión que nutra y favorezca el
intercambio social informal entre los miembros de la familia. Cualquier grupo
humano que no se reúna periódicamente en un espacio físico termina
desintegrándose.
El corazón de la casa se sitúa idealmente en un
área Yin-Yang que puede ser la sala de estar, un estar íntimo, un comedor o
comedor diario. La clave de este sector es la comunicación. Casi todas las
casas tienen un “living” o un espacio para estar, pero no basta la presencia de
los muebles para lograr que ese lugar funcione como el corazón. Hay que crear
condiciones que favorezcan la comunicación, el Tao entre los integrantes de la
familia. Estas condiciones son:
•
Asientos formando ángulos de 90º: La posición en ángulo es la ideal para
favorecer la comunicación en el nivel afectivo y es mucho mejor que sentarse
uno al lado de otro o enfrentados. La peor disposición para sentarse es al
estilo de “Los Simpson”: todos se sientan en línea y enfrentan al televisor.
•
Hacer resaltar el centro: Nada, ni la más cuidada ambientación, puede impedir
que se genere una cierta sensación de desolación cuando el centro de una habitación
se encuentra vacío. El centro puede estar definido por flores de la estación,
arreglos de velas, una alfombra, una mesita baja con utensilios y adornos, una
iluminación dirigida, o varios de estos elementos en combinación.
•
Variedad de asientos: Con frecuencia, las exigencias sociales nos obligan a
renunciar a nuestra individualidad y a adaptarnos a modelos más o menos
estereotipados. En nuestro hogar, en cambio, podemos celebrar nuestra
individualidad y nuestras peculiaridades. Una cierta variedad de asientos:
mecedoras, puffs, sillones etc., permiten que cada uno pueda encontrar su
preferido o que pueda elegir el que mejor se adapta a un estado de ánimo
particular.
•
Actividades para todos: Para que el corazón de la casa funcione, es preciso que
haya un motivo para estar allí (además de ver televisión). Libros, revistas,
música, un hogar, una pecera o simplemente una ventana al exterior pueden ser
motivos de interés y de atracción.
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