El, aura rodea el cuerpo humano en todas direcciones.
Siempre esta fluyendo y su tamaño, forma y color dependen del estado físico,
emocional y espiritual de cada uno de nosotros.
Estamos cubiertos por una capa etérea que se extiende hasta
unos 8 o 10 centímetros de distancia de nuestro cuerpo y que sigue su forma. Es
el modelo espiritual a partir del cual se desarrolla el cuerpo. En condiciones
normales, su color es magenta pálido y se puede ver completamente blanco cuando
la persona ha evolucionado espiritualmente. Si la persona ha encontrado la
paz, produce una energía azulada que le da este color a su cubierta y si tiene
un toque color violeta, es propio de personas revestidas de dignidad.
Los tipos de aura
Alrededor de esta cubierta etérea esta el aura propiamente
dicha; es una cubierta de tres dimensiones que se extiende en todas
direcciones, hasta mas de un metro. Su volumen es unas 22 veces el cuerpo
humano.
El aura contiene capas de color, como el arco iris, y estas
capas se mueven constantemente y penetran las unas en las otras con sus colores
claros y puros. Los movimientos son consecuencia del impacto del entorno, así
como de los cambios del pensamiento, de los sentimientos y del equilibrio
físico.
Las capas del aura son una pre-manifestación de la totalidad
de cada uno de nosotros, ya que cada capa corresponde a un aspecto distinto de
todas nuestras funciones.
Cada una de estas capas puede ser definida mediante
diferentes parámetros:
• Forma
• Color
• Brillo
• Pureza
• Densidad
• Emplazamiento
• Movilidad
• Función
Existen siete de estas capas o cuerpos aúricos y cada una de
ellas parece corresponder con un nivel de conciencia. Es preciso saber que
cada capa es la expresión y la parte individual de un “campo” colectivo.
Estamos de forma permanente en contacto con nuestro
entorno, lo que implica frecuentes intercambios con el mismo. Cada capa posee
una cierta independencia con respecto a dichos intercambios. Todos los
pensamientos y todas las emociones presentan una proporción variable que se transmite
a nuestro entorno en forma de un arco iris lleno de color.
Las capas aúricas son las siguientes:
Aura física
Aura eterea
Aura vital
Aura astral
Aura mental inferior
Aura mental superior
Aura espiritual
Las tres primeras auras o capas también son conocidas en
forma genérica como “el aura de la salud”, ya que refleja las motivaciones
fundamentales de la salud física de cada uno de nosotros y el funcionamiento de
nuestra personalidad.
Las emanaciones de estas capas son de gran utilidad para
estudiar la salud física de cada uno de nosotros.
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