Los mudras son las posiciones realizadas con las manos y los
dedos utilizádas en diferentes tipos de meditación.
Esta forma de expresión faculta el poder canalizar nuestra
energía por el interior de nuestro cuerpo, permite la consecución de diferentes
propósitos, tales como la sanación física y emocional.
Una postura o figura realizada con las manos. Bien sea
doblando, cruzando, estirando y tocando los dedos, así dialogamos con nuestro
cuerpo y nuestro Espíritu. En Quiromancia se estudia, cada zona de la mano ya
que tienen conexión con diferentes partes de la mente o el cuerpo.
Para poner en práctica estas técnicas, no necesariamente hay
que tener una habilidad fuera de lo común. Es más el ejercicio y adiestramiento
diario que cualquiera habilidad. La unión de los dedos entre sí, en los
diferentes mudras, conllevan más o menos presión, ésta se hará únicamente cuando
sea necesario y corresponda.
Debido a la diferente cualidad de cada uno de ellos, es
recomendable utilizarlos durante un tiempo determinado que suele ir de 3 a 45
minutos y generalmente es conveniente realizarlos una vez al día como mínimo.
Hay que tener en cuenta que si se utilizan en cualquier tipo
de sanación, éstos servirán de apoyo al tratamiento médico que estemos
utilizando. Es decir con la práctica de los mudras agilizaremos la recuperación.
Las diferentes posiciones ayudan a desbloquear aquellos que
estén inarmónicos, por lo tanto:
El dedo pulgar; Representa el elemento fuego y su cometido
energético es equilibrar las energías del cuerpo nutriendo cuando debe
alimentarse y destruyendo cuando debe eliminarse. Además en él reside nuestra
conciencia divina.
Dedo índice; Representa al elemento aire y su cometido es
proveernos de la capacidad de crear y de pensar. Este dedo nos trae las
inspiraciones divinas. En él radican nuestros diferentes estados de ánimo.
Dedo medio;
Representa al elemento éter y su cometido es proveernos de la energía necesaria
para actuar y vivir en armonía con el mundo espiritual que tienes a tu alcance.
Dedo anular; Representa al elemento tierra y su cometido es
proveernos de la fuerza necesaria para defendernos y luchar por lo que es
nuestro, así como del equilibrio interior para afrontar cualquier situación.
Dedo meñique; Representa al elemento agua y su cometido es
proveernos de la posibilidad de interactuar con otros seres humanos en la
sociedad. Es el que nos permite relacionarnos correctamente. Se encarga de
trabajar nuestras emociones.
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