No hay bien peor repartido que la suerte. Por ello, desde
que el hombre es hombre ha intentado encontrar una fórmula que atraiga la buena
fortuna y ahuyente la mala. En esta pequeña guía te presentamos algunos de los
amuletos más eficaces. ¡Encuentra el tuyo!
De espaldas a toda lógica y razón el ser humano llegó a la
conclusión, ya en tiempos remotos, de que el trabajo, el amor, la salud y el
éxito profesional dependen del coeficiente de suerte que el destino quiera
otorgarle y que, en ocasiones, no importan los esfuerzos y los méritos
acumulados si la desgracia llama a la puerta. Esta constatación, unida al temor
ante lo incierto del futuro, ha dado lugar a supersticiones de todo tipo. Las
más extendidas son aquellas que atribuyen a un sinfín de objetos -naturales o
artificiales- el poder de atraer la buena suerte y de alejar la mala. Es
posible que en sí mismos no tengan ningún poder y que seamos nosotros quienes
se lo otorguemos con nuestra fe. Pero el caso es que durante siglos han sido
considerados instrumentos mágicos. La fuerza de la creencia ha configurado en
torno a ellos una especie de cuerpo energético que definitivamente los
convierte en verdaderos acumuladores de fuerzas, capaces favorecer la buena
fortuna y de conjurar las influencias negativas. Sean eficaces o no, lo cierto
es que desde el común de los mortales a los seres aparentemente más
privilegiados, como las estrellas de cine o los grandes políticos, nadie escapa
a la tentación de utilizar amuletos o atenerse a prácticas supersticiosas cuando
se trata de espantar la mala suerte.
Esperanza, salud y cualidades morales
Ancla: sinónimo de esperanza, de seguridad y de buena
fortuna. Se dice que las más eficaces son las de plata.
Cruz de Caravaca: para que proteja eficazmente contra la
enfermedad tiene que ser de oro y haber sido regalada.
Cruz egipcia o Ankh: se cree que este antiguo amuleto
egipcio preserva de las enfermedades de la piel,
así que puede resultar idóneo
en verano.
Llave: símbolo de una vida plena y satisfactoria. Los
talismanes con tres llaves abren las puertas que conducen al amor, la riqueza y
la salud.
Mano de Fátima: a esta figura, que la mano de la hija del
profeta Mahoma, se le atribuye el poder de protegernos de enfermedades y de
atraer virtudes como la hospitalidad.
Cerdos rotos: llevar la representación de este animal con
una pata rota, sin cola o sin morro resguarda contra todo mal. El animal dañado
nos evitará cualquier mal.
Medallas bendecidas: tienen un increíble poder. En los
viajes la clásica medalla de San Cristóbal se ha revelado como un excelente
escudo contra los accidentes. Y la de San Expedito es capaz de obrar como el
rayo en caso de necesidad urgente. Las abuelas creían que esta puede provocar
el desenlace feliz de una crisis, aportar una solución inmediata e imprevisible
a un problema angustioso u ofrecer al desesperado una salvación repentina.
Murciélagos disecados: la bella Angelina Jolie regaló a Brad
Pitt un murciélago disecado para protegerlo de posibles accidentes de coche. La
superstición sobre este animal procede de Grecia donde se cree que si un
murciélago entra en tu casa, lo matas y conservas sus huesos tienes un amuleto
de por vida contra todo tipo de accidentes.
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