martes, 26 de marzo de 2013

La suerte



Cuando hablamos de suerte, nos referimos a la existencia de una serie de hechos o situaciones, afortunados o desafortunados, que se dan debido a la casualidad, al azar o a causas que nosotros desconocemos y que están fuera de nuestro control.

Existen situaciones a nivel existencial, que sólo pueden ser explicadas a través de la suerte, el destino, de la creencia en Dios, el karma, etc.
Situaciones de vida o muerte o en donde la vida de una persona cambia totalmente y realmente no hay ninguna ley física, biológica, psicológica, etc., que explique dicha situación.

Por ejemplo, el caso de algunas personas que se salvaron de morir en el ataque a las torres gemelas el 11 de septiembre.
Personas que todos los días, a la hora del ataque, estaban presentes en alguno de los pisos en donde murió la gente y ese día, por algún motivo, se les hizo tarde y no alcanzaron a llegar.

Este tipo de situaciones sólo pueden ser explicadas de acuerdo a las creencias religiosas, existenciales o filosóficas de cada persona.

Sin embargo, a nivel de la vida diaria es diferente.

¿Te has dado cuenta de que las personas que tienen buena suerte, son positivas, alegres, activas y seguras de sí mismas?
¿Y que las personas con mala suerte son negativas, depresivas, constantemente están enojadas o de mal humor y son desconfiadas?

¿Crees que es casualidad?
¿Piensas que son así como resultado de su suerte?

No. Es al revés.

Su buena o mala suerte es el resultado de su forma de ser.

Después de una gran cantidad de estudios, se ha demostrado que la buena o mala suerte que vivimos en nuestra vida diaria, es el resultado de:
            Nuestra actitud ante la vida,
            nuestros pensamientos y
            nuestras conductas
El problema es que generalmente no estamos conscientes de dichos actos o de dichos pensamientos, por lo que seguimos repitiéndolos y seguimos culpando a la mala suerte.

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