Ángel es el término genérico para un conjunto de
seres inteligentes y con sentimientos profundos entre cuyas responsabilidades
se encuentra la organización armoniosa del Universo habitado.
Muchas tareas les han sido asignadas no
solamente en la tradiciones Judía y Cristiana, sino también en otras culturas y
religiones. La gente les ha buscado y confiado en ellos por 4000 o más años.
Los ángeles son enviados por Dios a traer la verdad, especialmente grandes
verdades, a personas específicas en situaciones críticas. La verdad más grande
es que Dios está con nosotros y para nosotros, y los ángeles están aquí como
una parte de eso, como sus mensajeros, y ese es el significado de Ángel, en
griego, mensajero. El mensaje de Dios puede ser una advertencia, o enviarnos
confort en momentos de peligro o temor.
Los ángeles no están allí para entrometerse en
nuestros asuntos, sino como nuestros ayudantes para responder a la verdad, nos
orientan en la manera que Dios quiere que actuemos ante una situación
específica, y a veces nos instan a tomar una acción específica.
Los ángeles tienen sentimientos, se alegran y
entristecen, no tienen género. No negocian, a menos que Dios los inste a ello,
no decaen o mueren, puesto que son seres espirituales. Ellos oran por nosotros,
y nos guían hacia la verdad, existen para alabar a Dios y portar el mensaje y
la tarea para la que Dios los envía. Se presentan ante la gente de todas las
religiones, o incluso ante gente sin creencias, cuando Dios quiere que ellos
escuchen.
Gente de muchas épocas y culturas insiste que
los ángeles tienen otra tarea: la de proteger a las personas. Philo, el gran
filósofo Judío, describió su papel protector de Ángel Guardián. Jesús habla de
niños como teniendo sus ángeles propios. Santo Tomás de Aquino insistió que
Dios da a todos su propio ángel guardián.
No somos simples entes físicos. Poseemos una
gran dimensión espiritual. Nuestros ángeles cuidan de nosotros y nos ponen en
contacto con nuestro propósito y nuestra misión en esta vida. Podemos perder el
contacto con nuestro ángel pero nunca dejará de velar por nosotros, siempre
estará allí, en el trasfondo, cuidándonos en cada paso que damos y deseando
brindarnos su consejo y soporte cuando se lo solicitemos. Nada es imposible
para ellos.