El incienso
forma parte del paisaje cotidiano en las casas y oficinas, es utilizado para
aromatizar y crear “buenas vibras”. Estas delicadas varitas han sido elementos
protagonistas de diversas religiones y culturas desde la Edad Antigua, y pueden
ser de gran ayuda en la meditación y el contacto con lo mágico.
Los milenarios
inciensos cumplen una función terapéutica en nuestros sentidos. A través del
olfato, la inhalación de un incienso puede ayudar en la relajación del cuerpo y
la calma de la mente. La mayoría de las civilizaciones y culturas los han
utilizado a lo largo de los siglos para sus ritos y celebraciones religiosas o mágicas.
Durante la
epidemia de peste que devastó Europa a mediados del siglo XIV, se utilizó mucho
la quema de incienso en el interior de las casas para purificar el aire que
consideraban infecto y nocivo. Para los budistas, el incienso tiene una
fascinación especial y ocupa un lugar muy destacado en sus vidas. Por otra
parte, los tibetanos extienden su uso a los actos sociales y sus inciensos son
unos de los mejores que se pueden adquirir en la actualidad, por su excelente
calidad y pureza. También fue de uso común en los ritos de los primitivos
judíos y entre la población romana. Las personas cristianas lo adoptaron para
su culto aunque al principio mostraron una fuerte reticencia hacia él, dado que
se utilizaba en ritos paganos.
El incienso fue
uno de los presentes que los tres Reyes Magos de Oriente llevaron a Jesús,
según se cita en el Nuevo Testamento. Actualmente, Japón es un gran productor
de excelentes inciensos, así como la India, China, Cuba, México o Tailandia.
Los inciensos pueden estar hechos de cortezas de árbol, resinas, hojas, raíces
y flores.
Generalmente,
se le encuentra en combinación con resinas como la mirra, la canela, el
sándalo, el almizcle, el ámbar; con esencias de benjuí, de cedro, de avellana y
de romero, o aceites de rosa, de anís o de tomillo, por nombrar algunos. Entre
sus diversos formatos de presentación está el incienso suelto: ya sea polvo,
resina o granulado. La resina es una sustancia orgánica, líquida y pegajosa de
color amarillo que es segregada por muchas plantas.
Suelen quemarse
en recipientes especiales, como pebeteros o incensarios en el caso de los
inciensos en grano. En el caso del incienso en grano, éste se debe quemar sobre
carbón vegetal, previamente incendiado en el pebetero o incensario. Las
varillas, son su forma más popular, no revisten de mayor dificultad: sólo se
debe sujetar en una tablita especial.
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