La práctica adivinatoria con las runas, es una de las
tradiciones menos conocidas, que casi ha caído en el olvido. Las runas son
signos, a la vez símbolos y alfabetos. Por si ello puede parecer poco, vemos
que las runas también son formas de magia, posturas de meditación e incluso
gestos rituales. Su origen se remonta a la Edad del Bronce, y quizás a un
tiempo más lejano, aunque de una forma incompleta y simplificada. En su origen
las runas eran pequeñas piezas de piedra, generalmente cantos rodados, aunque
también las hay en arcilla y modernamente las podemos ver en juegos de cartas
con diseños muy interesantes.
El Origen
La tradición rúnica es típicamente nórdica, y tuvo una gran
expansión entre los pueblos celta, sajón y escandinavo, persistiendo en estos
últimos en su potencial cultural bajo un aspecto decorativo y estético. La
práctica de las runas era sobre todo, al margen de la escritura, algo reservado
al Snorri - mago, druida, chamán-, de las civilizaciones del norte.
Elementos de sabiduría
Las runas son "instrumentos" mágicos, portadores
de secretos y generadores de poder. La runa es un símbolo y como tal una
emanación de energía que puede despertar nuestros sentidos o crear emociones.
Pero las runas son a la vez oráculos constituyentes de rituales que los magos
califican de perfectamente eficaces. El término "runa" implica la
noción de "aquel que sabe", en alemán antiguo:
cuchichear."Run-wita": iniciar a los secretos, por tanto, leer las
runas sería algo así como "aprender a desvelar los secretos".
Cada runa tiene un significado y una apelación, en magia o
brujería, teniendo varios niveles de lectura. Desde un punto de vista
espiritual, la runa nos encamina hacia un sendero de vida o de evolución. Desde
la perspectiva de lo psíquico nos indica aquellas capacidades que están ocultas
y a las que podremos acceder mediante la meditación o el desarrollo del
psiquismo. Finalmente en su consejo material, la runa nos manifiesta aquello
que está por venir. Se refiere a las armas con las que podemos contar.
Métodos de consulta
Hay varias formas de interrogar la sabiduría rúnica. Cuando
preguntemos lo haremos reflexionando sobre la consulta, repitiéndola tanto
mental como verbalmente. Para ello, debemos cerrar los ojos un par de segundos,
tomar aire y acto seguido pedir una respuesta en voz alta. Después ya podremos
esperar a ver qué nos depara el destino.
Las runas pueden ser de mucha ayuda para consultar o para
meditación. Para propósitos de adivinación, las runas son lanzadas o puestas al
azar en un círculo dibujado sobre el suelo o una mesa. Las runas extraídas
tienen alguna relación con la situación o pregunta formulada. Esta forma de
adivinación es muy común, y su base está en el efecto que Carl Jung llamó
sincronicidad y que los usuarios originales de las runas conocen con el nombre
de Wyrd.
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