Amuleto y talismán
Un talismán es un objeto capaz de atraer suerte. Se cree que
basa su virtud en su capacidad de acumular las fuerzas astrales y transmitirlas
a su portador. Puede ser natural, como una piedra preciosa o semipreciosa, o
artificial, como los creados en la magia astrológica que tienen en cuenta el
horóscopo de la persona. Un amuleto sirve, sin embargo, tanto para atraer
suerte como para alejar las malas influencias o los espíritus malignos.
Éxito en los negocios o en el estudio
Abejas: convertidas en piezas de joyería desde la
Antigüedad, son mascotas que confieren a su portador la resistencia, habilidad
comercial, inteligencia y eficacia. Es el amuleto idóneo para asuntos o
personas relacionados con la compraventa.
Búho: asociado a la diosa griega Atenea, patrona de los
estudiantes, es el talismán apropiado para quienes están aprendiendo un oficio
o medrando en una carrera intelectual.
Delfín: esta criatura mítica asociada al dios griego Apolo,
protector de la música, la poesía y la pintura, es el amuleto preferido de
quienes tienen especial interés en estas artes.
Lira: se cree que este instrumento musical, vinculado
también a Apolo, proporciona a quien lo lleva las cualidades que más ambiciona,
ya sea fuerza, elocuencia o atractivo físico.
Prendas de vestir: muchas personas tienen su propio objeto
de fortuna: una corbata, un pañuelo, unos zapatos… Es cuestión de observar qué
se lleva puesto el día en que se tiene una suerte especial y ser fiel a dicha
prenda. El actor irlandés Colin Farell, por ejemplo, dice llevar siempre los
mismos calzoncillos decorados con tréboles de cuatro hojas el primer día de
rodaje de cada película que interpreta: “Están un poco viejos, pero no podría
salir de mi camerino sin ellos”, asegura.
…Y algunas supersticiones
Tocar madera: es un hábito muy usual cuando algo nos aterra.
Tiene su origen en las costumbres de los antiguos marineros. Cuando tenían que
afrontar tormentas tocaban la madera del barco esperando salvación. Casi nadie
escapa a esta superstición. Artistas como Cameron Díaz y Drew Barrymore
confiesan volverse locas cada vez que tienen un pensamiento negativo y no
encuentran madera a mano.
Hacer los cuernos: se cree que hacer este gesto con las
manos ahuyenta cualquier negatividad que nos esté rondando.
Vestidos de novia y anillos de compromiso: es bien conocido
que el novio nunca debe ver el vestido antes de la boda. Pero ¿qué pasa cuando
la ceremonia se anula o la pareja acaba divorciándose? Las leyes de la
superstición aconsejan deshacerse de todo lo relacionado con el matrimonio
frustrado. Así lo hizo Jennifer López, quien tras anular su boda con Ben
Aflleck, quemó su vestido y se apresuró a vender su anillo de compromiso,
valorado en un millón de euros. Lo mismo debería hacerse tras un divorcio.
Nadie debería ponerse el anillo de boda de una divorciada, pues podría atraer
una racha de mala suerte a su propia vida sentimental. Y otra cosa a evitar es
adelantarse en los preparativos pues podría pasarnos lo que a Nicole Kidman,
que adquirió el vestido de novia que lució en su boda con Tom Cruise a los 16
años y ya sabemos cómo acabó esta relación.
Contra la magia negra
El talismán más célebre para conjurar cualquier hechizo
realizado en tu contra es el abracadabra. Escríbelo en un papel como te
proponemos aquí y llévalo siempre contigo.
A B R A C A D A B R A
A B R A C A D B R
A B R A C A D A B
A B R A C D A
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